CEIP Clara Campoamor de Málaga. Un C3 muy similar a lo que esperamos tener. |
Estimados vecinos, ahora que estamos en verano, fuera del frenesí del calendario escolar, nos parece oportuno informaros del proceso de construcción del nuevo colegio que irá ubicado en nuestro barrio.
Como afirmamos en el titular, no somos especialmente optimistas con respecto al proceso, basándonos en la experiencia de los últimos meses y el estado actual del mismo, a pesar de que el pasado 12 de junio la delegada de Educación anunció en rueda de prensa la construcción del mismo con una dotación presupuestaria de 3.7 millones de euros.
Tras nuestro post "El cole sufre un frenazo", fuimos convocados junto con el Ayuntamiento y las AMPAs de los tres colegios a una reunión con el Gerente y el Director Gral. de VISOGSA, así como con el arquitecto responsable del proyecto, Rafael Comino. El día 11 de junio, en las instalaciones de la Diputación Provincial, se nos explicó el estado de las revisiones al proyecto, que apenas se había tocado desde que en abril el ISE lo pasó revisado a VISOGSA, pues esta empresa pública de Diputación tenía otros proyectos prioritarios (como el colegio de Las Gabias) y no disponía de más personal para acometer las modificaciones necesarias a nuestro proyecto. Como alguno de nuestro socios apunta en las conversaciones "de parque", con la de arquitectos y aparejadores que hay en paro bien podría VISOGSA haber ampliado un poco la plantilla, que al fin y al cabo es una empresa pública y no tiene por qué dar beneficios.
Rafael Comino, arquitecto de VISOGSA, explicándonos el proyecto del nuevo colegio. |
También nos llamó la atención que hubiera reparos a cuestiones mínimas que o bien podrían ser subsanadas durante la ejecución de la obra, o que cosas que eran correctas en proyectos previos, ahora no sirvieran para el cole de Churriana y obligaran a modificar el proyecto, o incluso temas como "la chincheta de Google Maps de la portada no cae en la parcela sino en la acera, y por tanto hay que ubicarla bien".
En cualquier caso, y como nos temíamos, el proyecto ha tardado cuatro meses en ser subsanado. Nos consta que los dos técnicos al cargo del mismo verán mermadas sus vacaciones y han echado numerosas horas extra desde que retomaron el proyecto a finales de junio para poder acabar la tarea antes de agosto, pero aún así hasta la semana próxima -primeros días de agosto- no será entregado al ISE el proyecto revisado. Agradecemos desde aquí su esfuerzo personal en la finalizacíon del trabajo.
Como Agosto parece que es un mes que no existe en el calendario laboral (como si el mundo se parara, o no hubiera forma de repartir las vacaciones del personal entre los dos meses), mucho nos tememos que al menos hasta septiembre los técnicos del ISE no acometerán la revisión del proyecto, y no nos extrañaría que hubiera un nuevo parón por la aparición de reparos que antes no fueron detectados y, casualmente, ahora sí. Lo veremos. Ojalá nos equivoquemos.
Lo que más nos preocupa es el tiempo de ejecución previsto para el proyecto: ¡15 meses!. De ser así, el colegio no estará para el curso 2015/16 como fue comprometido por las administraciones públicas, sino para el 2016/17.
En resumen, desde diciembre que se entregó el proyecto:
- 4 meses para revisarlo en el ISE (6 semanas reales)
- 4 meses para modificarlo en VISOGSA (6 semanas reales)
- X meses para volver a revisarlo en el ISE
- X meses para volver a modificarlo en el VISOGSA
y así repetidas veces hasta que una vez licitado:
- 15 meses para ejecutar la obra
Otro tema es la dotación presupuestaria. La delegada habló de 3.7 millones de euros, pero en la reunión se nos dijo que la obra debía estar ajustada a 2.4 millones. Por ahí hay 1.3 millones de euros que no cuadran. Nos inclinamos a pensar que también incluyen el equipamiento del colegio en ese importe, pues dudamos que finalmente vaya a ser línea 3. En la reunión que hubo en abril en el Colegio Arco Iris se encargó el gerente del ISE de recalcar varias veces que el colegio iba a ser línea 2.
Está claro que por unos y por otros, por una empresa pública de una orilla y por la de la otra, por un partido y el opuesto, al final los que pagan son nuestros hijos. No es que se tarde mucho en redactar, revisar o modificar el proyecto, es que se ha tirado meses guardado en los cajones de unas oficinas y de las otras.
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