miércoles, 28 de diciembre de 2016

Resumen del año (I): Limpieza

1.- La basura es un problema resuelto según el Consistorio. Esta imagen es de ayer...


Comenzamos una serie de seis post repasando lo que ha sido el año 2016 en nuestro barrio, analizando la evolución de los problemas que nos afectan.

Ya a finales del año pasado dedicamos unos cuantos textos al estado de limpieza y salubridad del barrio:
 Ya en febrero, en nuestra cuenta de Twitter poníamos ejemplos de cómo otras ciudades atacaban el problema:
 

O un clásico a lo largo de todo el año, las cacas perrunas:



Cacas para las que otros municipios han encontrado la solución en el ADN Canino



o policías de paisano



Al llegar el verano, la cosa no mejora, como es de esperar, sino que se añaden las veladas nocturnas en los parques:


En julio nuestro ayuntamiento lanzó una campaña "educativa" para que los dueños recogieran los regalos de sus perros. Hábilmente, en el cartel no aparecía una papelera... Reflejando la situación real del pueblo.



Luego descubrimos que unos "recicladores profesionales" dejan los restos de su trabajo en nuestra zona, como televisores destrozados o frigoríficos desguazados. Nos costó localizarlos, pero sabemos quienes son (y la Policía Local también). Y también hemos visto a vecinos de otras zonas e incluso del barrio dejar su viejo frigorífico en la puerta de su casa para que estos "profesionales" se lo lleven a coste cero.



En agosto, la cosa iba de mal en peor, y ya "estallamos" en un post que ha resultado de los más leidos: "Antología de la dejadez y la impunidad"


Pero se ve que el efecto, para nuestro pesar, fue nulo:
Y en septiembre la cosa no mejoraba. Nos decían que el punto limpio estaba abierto ¡¡por fin!!, pero nadie iba.



Aún habiendo requerido desde el mes de abril la limpieza de los solares, llegó (y pasó) el verano, y nadie movió un solo dedo para evitar lo que inevitablemente tenía que pasar:


Imaginése, querido lector, la desazón del vecino que llega a las 19h un día de septiembre al parque a que sus niños se den una vuelta y encuentran esto:



En esto que llegó el mes de octubre, y se produjo "una revolución" en la recogida de basura orgánica de Churriana de la Vega. La nueva contrata, que también gestiona el punto limpio, cambió todos los contenedores del pueblo por otros de más capacidad y carga lateral. Todo parecía idílico, se cumplía la "teoría de las ventanas rotas", y durante unos días vivimos el espejismo de contenedores limpios y sin mierda alrededor:


El nuevo servicio de recogida no pasa los sábados a recoger, como si ese día las familias no comieran o los bebés no hicieran sus necesidades en los pañales. Desde entonces, hay una escena que se repite cada fin de semana, sí, esos días en los que aprovechamos para pasear por las calles:





Hemos consultado con expertos de la organización de recogida de residuos urbanos y nos indican que para un buen dimensionamiento de los contenedores, éstos han de quedarse al 60% los días de recogida, para que cuando llegue el fin de semana no rebosen. Alguien no está haciendo bien las cosas en Churriana, y no somos los vecinos que dejamos la basura -o lo intentamos- en el contenedor.

Punto y aparte es el incivismo de algunos de nuestros conciudadanos, que si estuviéramos en la antigua Roma igual podrían calificarse de "bárbaros":





O como indicamos en nuestro post de agosto "Limpieza del Barrio", hay situaciones que son ya inadmisibles y rozan la insalubridad.

Afortunadamente, desde octubre nos visita Moisés, un amabilísimo empleado municipal de los servicios de limpieza que un día a la semana adecenta calles, jardines y lo que buenamente puede. Nos consta su afán por hacer bien su trabajo, y también su desesperación por el incivismo de muchos vecinos que no dejan ni media hora la acera sin los "regalos" de su premio.

Cualquiera dirá que pedimos poco, y que nos conformamos con un día a la semana... Peor era cuando nos tocaba la visita una vez al trimestre. ¡Lo que lo hemos echado de menos de junio a septiembre!

Ha pasado 2016, y tenemos exactamente las mismas papeleras que en 2015. Mucho nos tememos que hasta finales de 2018, cuando se acerquen las elecciones, no se materializará una de nuestras clásicas reivindicaciones: una papelera en cada cruce, como en las ciudades civilizadas del primer mundo.

Los solares se han ido limpiando desde septiembre "a arreones", y no nos consta que ningún propietario de solar haya sufrido el castigo procedente por tener insalubres sus solares, con los que se lucrará abundantemente en cualquier momento.

Las heces caninas siguen campando por sus anchas, y más de un niño (y adulto) se ha llevado un "regalo" a casa  tras tropezar con ellas, pues hay zonas donde andar es más difícil que ir por un campo de minas.


En definitiva, en un año no ha habido ninguna evolución positiva en el estado de la limpieza de nuestro barrio. No ha colaborado ni el consistorio (aún estamos esperando el prometido cuadrante de limpieza, para saber "cuando nos toca"), ni tampoco los vecinos incívicos que se creen que estamos en cualquier aldea del centro de África.

Como deseos para 2017:

  • un par de meses de una patrulla de policías locales de paisano que se dediquen a perseguir a los incívicos, multarlos y publicitar las multas (no los datos personales de los multados) en las Redes Sociales del Ayuntamiento.
  • una papelera en cada cruce
  • duplicar el número de contenedores de basura, para que no rebosen en fin de semana
  • Y si encima tuviéramos un plan de limpieza como el que muestra el Ayuntamiento de Torremolinos en su web, ¡sería la leche!: 


http://www.torremolinos.es/2015/08/la-unidad-de-paisano-de-la-policia-local-de-torremolinos-velara-por-el-cumplimiento-de-la-ordenanza-municipal-de-limpieza/

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