La fotografía que ilustra este post tiene una explicación: botellódromo de ayer en el parque del PP7: 20 chavales haciendo jaleo, bebiendo y gritando desde las 23h hasta las 3:30 de la madrugada. Con 3 motos dentro del parque haciendo caballitos y demás maniobras temerarias.
Los vecinos llamaron al 112 para solicitar la presencia de algún agente de la autoridad, y desde el servicio de Emergencias les indican que esos temas no lo llevan ellos, y les dan el teléfono 958 55 17 36 indicando que aquí es donde hay que llamar. Después de 4 llamadas, ese teléfono no lo coge nadie... ¡¡Normal!! A ver si el 112 se entera de que en Churriana no hay Policía Local por la noche ni fines de semana.
Todas las noches -todas- tenemos a los energúmenos de las motos con escape libre paseándose -siempre a partir de las 23h- por absolutamente todas las calles del barrio, y ¿qué hacen los vecinos a esa hora? Aguantarse. Porque no hay otra opción. La Guardia Civil no se desplaza para estas cosas, pues está para temas más serios y además el puesto de Armilla está desbordado, no da abasto con tantas poblaciones por atender.
¿Que hay una fiesta con la música a toda pastilla a altas horas de la madrugada? Tranquilos, habitantes del paraíso de la Vega. Ya se cansarán y la apagarán, porque nadie les obligará a respetar el descanso de los vecinos.
En reiteradas ocasiones hemos demandado más efectivos de la Policía Local en Churriana de la Vega, casi desde nuestra creación. Desde el consistorio se nos deriva a Subdelegación del Gobierno, que parece ser que no aprueba la creación de nuevas plazas. Sin embargo, vemos como otros municipios de la provincia ven cómo aumentan sus plantillas:
Huéscar (ver noticia en Ideal)
Las Gabias (ver noticia en GranadaEsNoticia)
Otros municipios aumentan sus plantillas y mejoran el servicio a la ciudadanía sin verse afectadas por la famosa tasa de reposición, pues intuímos que lo hacen con comisiones de servicio. ¿Es que ningún Policía Local de otras localidades quiere venir a Churriana?
El Paraiso de la Vega es un territorio donde, por lo que se ve, está permitido beber alcohol en las calles y parques. Esto no ocurre en otros pueblos y ciudades más civilizados, pero es cuestión de días cuando veamos el mega-botellón de la feria en C/ Alicante. Queda poco más de un mes, y mientras tanto, se ve que cualquier parque es bueno para molestar a los vecinos ¿no?
Los vecinos, que cumplimos escrupulosamente con nuestras obligaciones tributarias, legales y sociales, nos indignamos ante estas situaciones y la pasividad de la autoridad compentente.
Y lo peor: parece que será el primero de muchos, porque los protagonistas saben que nadie les parará los pies y los vecinos no sabemos a quién recurrir cuando se repita. Que se repetirá.
