lunes, 3 de octubre de 2016

HASTA AQUÍ PODÍAMOS LLEGAR


En la mañana del domingo 2 de octubre, hijos de vecinos que nos conocen y que nos identifican como miembros de la AVV nos han increpado en el parque del PP7. Literalmente nos han dicho "decidle por favor al Alcalde cuando lo veáis que hay cacas en el parque infantil". Hemos ido a comprobar y, efectivamente, como demuestran la imagen que encabeza este post, así es. No sabemos si es desde la fiesta "del Clima" de ayer (como el resto de latas, vasos y desperdicios) o de antes. El caso es que están ahí.

Creemos que esto ya es insostenible, y que se pueden -y deben- hacer cosas por parte del Ayuntamiento para atajar de una vez este problema.

En primer lugar situar junto al parque infantil (y luego hacerlo extensivo a las zonas conflictivas) señales y carteles como los siguientes, que adviertan de la prohibición expresa de que los perros entren en las zonas infantiles, y las sanciones que el incumplimiento de dicha norma  pueda acarrear.

En segundo lugar, rogar a la Policía Local que se persone varios días en la semana próxima, sobre las 19-19,30 h, ahora que todavía hace buen tiempo, y hable con las personas que seguramente se encontrará dentro de parque con sus perritos. Porque sucede a diario. Y a partir de ese instante multar, porque una normativa que no se haga cumplir no sirve para nada.

Luego existen alternativas más a largo plazo como la que se ha llevado a cabo en el Ayuntamiento de Cenes de la Vega, con una campaña de concienciación en los colegios del municipio. Los niños al final son los que "marcan el paso" a sus padres y los ciudadanos del futuro. Un niño concienciado no deja que sus padres sean incívicos.

Por supuesto hay muchas más ideas que pueden ponerse en práctica para erradicar este problema a nivel de municipio, como:
  • publicar en las redes sociales del Ayuntamiento cada vez que se sancione a alguien -sin dar detalles ni nombres- por no cumplir con la ordenanza sobre animales
  • más control de la policía, con agentes de paisano
  • banco de ADN canino, etc.


También pedimos a los vecinos que (¿por desconocimiento?) entran al parque infantil con sus perros, que dejen de hacerlo. No sólo lo prohíben las ordenanzas municipales y el hecho de incumplirlas puede traer consigo la correspondiente sanción económica. Es una razón mucho más poderosa que donde los niños juegan, se tiran al suelo, etc., no puede haber restos de heces ni de orines de perros. Y los perros, por muy bien educados que estén, esas cosas no las controlan. Ni en los parques ni en las aceras, dicho sea de paso.

Y ya que estamos, que sigan el ejemplo de esos otros muchos vecinos que cumplen al dedillo con las cuestiones legales que supone tener un perro, y que no dejen sus desperdicios por nuestro barrio ni por nuestro pueblo, que los lleven atados, con su chip, etc. Gracias también de antemano a quienes así lo hacen.

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